La limpieza facial es muy importante, porque de esto depende evitar diversos problemas e impurezas, como pueden ser el exceso de grasa, el acné, las espinillas, los puntos negros, y también se eliminarán las células muertas, dejando paso a una piel suave, tersa, rejuvenecida y con luminosidad. Por ello es necesario seguir una rutina de limpieza estricta y aplicar los productos correspondientes en función en de nuestro tipo de piel.
Tipos de pieles
En general, existen cinco tipos de pieles:
- Piel grasa. Son las más propensas a sufrir acné debido a su exceso de sebo. Son las que mayor limpieza requieren.
- Piel seca. Necesita una mayor hidratación que otros tipos de pieles. Se pelan con facilidad.
- Piel mixta. Es una mezcla de las dos anteriores. Sufre acné en la zona T (frente, mentón y barbilla), ya que es donde más grasa se acumula; pero está seca en las demás zonas, principalmente las mejillas.
- Piel normal. No es ni grasa ni seca, suele tener un punto intermedio. No necesita mucho cuidado más allá de una simple limpieza con agua y jabón.
Fases de la limpieza
A continuación, vamos a explicar las distintas fases de una limpieza facial que se puede llevar a cabo fácilmente en casa.
Desmaquillar
Si hemos aplicado maquillaje en el rostro, es muy importante eliminarlo previamente. Puede utilizarse agua micelar, leche limpiadora o, si es posible, agua y jabón. Además, si se utiliza agua fría, el resultado es mucho mejor, puesto que estimula la circulación de la sangre.
Vaporizar
Exponer el rostro a vapor durante al menos 10 minutos ayuda a abrir los poros para poder retirar la suciedad más fácilmente. Si no se puede utilizar vapor de agua porque, por ejemplo, no dispongamos de una cocina cerca, se puede aplicar agua caliente en la cara.
Exfoliar
Este paso ayuda a eliminar las células muertas de la piel que dejarán paso a una más rejuvenecida y suave. Pueden utilizarse exfoliantes artificiales o caseros, como es el caso de la sal marina o el azúcar. Se recomienda hacer este paso solo una o dos veces a la semana para no dañar la superficie de la piel.
Retirar los puntos negros
Gracias al vapor que hemos aplicado previamente, extraer los puntos negros con los que no ha podido la exfoliación será mucho más fácil.
Aplicar la mascarilla
Para este paso hay que tener muy en cuenta el tipo de piel que tenemos, ya que en base a ello elegiremos una mascarilla que realice una función u otra. Un tipo de mascarilla que se ha puesto de moda en los últimos años es la del tratamiento de oro facial.
Hidratación
Es el último paso y, tal como dice su nombre, es el momento de hidratar la piel tras todo el proceso de la limpieza. Al igual que con la mascarilla, hay que elegir la crema según nuestro tipo de piel.
Si no tienes tiempo para realizar una limpieza facial completa en casa o no sabes cómo hacerla correctamente, en Clínica Mawa lo hacemos por ti. No dudes en contactar con nosotros para saber más sobre la higiene facial y concertar una cita.
Doctora Maria Rey Varela
Médico Especialista en MAWA Clinic Majadahonda