Los principios de varices indican que algo no va bien en el sistema circulatorio. Si los detectas a tiempo, evitas que se agraven y causen complicaciones más serias. Desde nuestra clínica estética en Majadahonda, te contamos cómo reconocer estos indicios y qué puedes hacer para prevenirlos o tratarlos. Acompáñanos en este viaje hacia el conocimiento de tu propio cuerpo y descubre cómo cuidar mejor de ti.
¿Qué son los principios de varices?
Los principios de varices son las manifestaciones más leves de la insuficiencia venosa crónica, una enfermedad que afecta al 30 % de la población adulta, según la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular. Esta enfermedad se produce cuando las válvulas de las venas se debilitan o dañan y no pueden impedir que la sangre se acumule en las extremidades inferiores. Como consecuencia, las venas se dilatan, se deforman y se vuelven más visibles bajo la piel.
Tipos de principios de varices
Los principios de varices se clasifican en dos tipos:
- Telangiectasias: también conocidas como arañas vasculares, son pequeñas ramificaciones de color rojo o azul que se observan en la superficie de la piel.
- Venas reticulares: son venas más gruesas y profundas que las telangiectasias, de color verde o morado, que se localizan en la parte posterior de las rodillas, los muslos o los tobillos.
¿Qué factores favorecen la aparición de los principios de varices?
Por lo general, los principios de varices tienen un origen genético, es decir, que se heredan de los padres o de otros familiares. Sin embargo, hay otros factores que influyen en su desarrollo, como:
- Género: las mujeres tienen más predisposición a sufrir varices que los hombres, debido a los cambios hormonales que experimentan a lo largo de su vida, como el embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos orales.
- Edad: el envejecimiento provoca que las venas pierdan elasticidad y se debiliten, lo que favorece la formación de varices.
- Sobrepeso: el exceso de peso ejerce una mayor presión sobre las venas de las piernas, dificultando el retorno venoso.
- Sedentarismo: la falta de actividad física reduce el tono muscular y la capacidad de bombeo de la sangre hacia el corazón.
- Tabaquismo: el consumo de tabaco deteriora la salud de las venas y las arterias, aumentando el riesgo de trombosis y otras complicaciones vasculares.
- Exposición al calor: el calor dilata las venas y reduce su capacidad de contraerse, lo que empeora la circulación sanguínea.
- Ropa ajustada: el uso de prendas que comprimen las piernas o el abdomen dificulta el flujo de la sangre y favorece la aparición de varices.
- Postura: permanecer mucho tiempo de pie o sentado sin moverse impide el movimiento de la sangre y favorece su estancamiento en las piernas.
¿Cómo identificar los principios de varices?
Existen dos tipos de síntomas que ayudan a reconocer cuando las varices están en su fase inicial o incipiente:
1. Síntomas visibles
Generalmente, son las primeras señales en aparecer y quizás las más evidentes:
- Venas que se marcan de forma excesiva bajo la piel
- Coloración azulada o violácea de las venas
- Venas abultadas y dilatadas
- Venas sinuosas y retorcidas.
Estos síntomas se manifiestan primero cuando el calor o el ejercicio elevan la temperatura de la piel.
2. Síntomas físicos
Indican que la enfermedad está progresando y hay mayor riesgo de complicaciones:
- Pesadez y dolorimiento en las piernas
- Dolor de varices en el muslo cuando estás mucho tiempo de pie
- Edema (hinchazón). Primero se nota al final del día pero después es constante
- Dolor de varices en el tobillo y pantorrillas, especialmente después de estar sentado con las piernas colgando
- Picazón
- Calambres musculares
- Hormigueo o adormecimiento
- Venas sensibles al tacto.
Si experimentas dolor o malestar constante, es muy importante que visites pronto a un especialista para determinar el grado de progresión de la enfermedad. Cuanto más avanzado está el cuadro, más difícil es el tratamiento y hay mayores probabilidades de complicaciones serias.
¿Cómo prevenir los principios de varices?
La prevención es la mejor forma de evitar que los principios de varices se conviertan en un problema mayor. Para ello, te recomendamos que sigas estos consejos:
Realiza ejercicio físico
Practica ejercicio físico de forma regular, especialmente aquellos que favorecen la circulación de las piernas, como caminar, nadar, montar en bicicleta o hacer yoga.
Mantén un peso saludable
Evita el sobrepeso y la obesidad, ya que son factores de riesgo de varices.
Sigue una dieta equilibrada
La alimentación saludable contribuye a mejorar el estado de tus venas y a prevenir la retención de líquidos. Incluye los siguientes alimentos:
- Frutas
- Verduras
- Cereales integrales
- Legumbres
- Pescado
- Frutos secos
- Alimentos bajos en grasas saturadas, sal y azúcar.
Hidratación adecuada
Bebe suficiente agua, al menos 2 litros al día, para mantener una buena hidratación y favorecer la eliminación de toxinas.
Evita el tabaco, el alcohol y el café
Estas sustancias perjudican la circulación sanguínea y aumentan la presión arterial.
Evita el calor
Evita la exposición prolongada al sol o al calor, que dilatan las venas y empeoran las varices. Si tienes que estar al sol, usa protector solar y refresca tus piernas con agua fría o con geles de efecto frío.
Usa ropa cómoda
Evita la ropa ajustada, los zapatos de tacón alto y las medias que comprimen las piernas, que dificultan el retorno venoso. Opta por prendas holgadas, zapatos cómodos y medias de compresión graduada, que favorecen la circulación.
Cambia de postura con frecuencia
No permanezcas mucho tiempo de pie o sentada sin moverte. Si tienes que estar en la misma posición, procura levantarte cada hora y caminar unos minutos, o hacer ejercicios de estiramiento y flexión de las piernas.
Masajea tus piernas
Masajea tus piernas con aceites o cremas específicas para las varices, que estimulan la circulación y alivian la pesadez y el cansancio. Hazlo con movimientos suaves y ascendentes, desde los tobillos hasta los muslos, siempre en dirección al corazón.
Infórmate más
Infórmate sobre cómo prevenir las varices con más detalle, consultando nuestro blog o contactando con nuestros especialistas.
¿Qué tratamientos existen para los principios de varices?
Si a pesar de seguir estas medidas preventivas, los principios de varices persisten o empeoran, es conveniente que consultes con un especialista en angiología y cirugía vascular, que te hará un diagnóstico adecuado y te indicará el tratamiento para varices adecuado a tu caso.
Hoy en día existen varias opciones mínimamente invasivas para eliminar los principios de varices, que se realizan de forma ambulatoria sin necesidad de hospitalización. Entre las principales se encuentran:
- Escleroterapia: consiste en una inyección de un agente irritante en la vena que provoca su inflamación y posterior cicatrización. Es ideal para varices pequeñas y arañas vasculares. Requiere varias sesiones.
- Láser vascular: emite haces de luz que son absorbidos por la hemoglobina, calentando la vena y cerrándola. Se caracteriza por ser preciso, poco doloroso y buenos resultados estéticos. Sin embargo, no todas las varices son aptas para este tratamiento.
- Tratamiento con microespuma: es similar a la escleroterapia, pero utiliza un agente esclerosante en forma de espuma que minimiza el contacto con la vena. La microespuma para las varices es más efectiva y duradera que la inyección líquida tradicional.
La elección del tratamiento depende de factores como el tamaño y ubicación de las varices. Se requiere una evaluación médica personalizada con el objetivo de determinar la mejor opción en cada caso. En general son procedimientos ambulatorios, rápidos y con una recuperación cómoda.
Si estás experimentando cualquier señal de alerta, no dudes en buscar orientación médica especializada. Cuanto antes identifiques los principios de varices y comiences un plan de acción, mayores serán tus posibilidades de eliminarlas con éxito y prevenir complicaciones futuras. La salud y la estética de tus piernas lo agradecerán.